MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) –
Las cirugías oculares, como la cirugía refractiva para corregir la miopía, astigmatismo o hipermetropía, han avanzado mucho en las últimas décadas siendo cada vez más seguras. Sin embargo, existen numerosos mitos que generan dudas y temores entre los pacientes.
En este sentido, desde el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega señalan que consultar fuentes fiables y valorar con los profesionales las diferentes opciones es clave para afrontar la cirugía con confianza y tranquilidad. Por eso, se han propuesto desmentir algunas de estas falsas creencias.
Antes de la cirugía
El mito más escuchado en este aspecto es que solo los jóvenes pueden someterse a cirugía refractiva. Sin embargo, los expertos afirman que la edad no es el único factor determinante. Lo esencial es la salud ocular general. Cualquier paciente entre los 20 y los 55 años podría someterse a una cirugía refractiva; pero la edad (entre otros factores) nos condicionará la técnica quirúrgica o la indicación.
Asimismo, también hay quien dice que la cirugía ocular es dolorosa. Sin embargo, antes de realizar la intervención se utiliza anestesia local para adormecer el ojo, por lo que no es dolorosa. Lo que sí se puede sentir durante la cirugía es una sensación de presión.
Durante la cirugía
En este sentido, el mito más frecuente es que el láser puede quemar los ojos. En cambio, la realidad es que el ‘Láser Excímer’, que se usa normalmente para corregir los defectos refractivos, está diseñado para remodelar la córnea con precisión sin causar quemaduras.
Después de la cirugía
Los mítos después de la cirugía se multiplican. En primer lugar, hay quien dice que es necesario usar gafas de sol para siempre. Y, aunque, tras la cirugía, se recomienda el uso de gafas de sol durante los primeros días para proteger los ojos de la luz y evitar molestias, no es obligatorio su uso ni tiene por qué ser permanente.
Asimimso, hay quien puede creer que la recuperación es larga y complicada. Pero la realidad es que la recuperación suele ser rápida. Muchos pacientes retoman sus actividades normales a los pocos días, siguiendo las indicaciones médicas y evitando esfuerzos físicos intensos durante el periodo de cicatrización. Cabe destacar que hay técnicas, como puede ser la PRK, que pueden causar más molestias en el postoperatorio que otras, por lo que es imprescindible seguir los consejos de los especialistas para una recuperación óptima.
Igualmente, existe el mito de que no se puede volver a ver la televisión. Sin embargo, sí se puede ver la televisión tras la cirugía, pero se debe esperar al menos 24 horas desde la intervención. No obstante, no se recomienda el uso intensivo de pantallas ni realizar esfuerzos visuales en el postoperatorio inmediato.
Por último, también se piensa que el ojo puede volver a desarrollar miopía una vez operado. En cambio, en el caso de la miopía, el defecto no vuelve una vez operado. Pero en algunos casos concretos, sí podría seguir aumentando una vez se haya realizado la intervención.
El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega concluye que cada caso es único, por lo que resulta fundamental acudir al oftalmólogo para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado.
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