MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) –

   Un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitiva funcional (TCF) es el primer tratamiento para el dolor lumbar crónico discapacitante con “buena evidencia”, que puede reducir la discapacidad debido al dolor hasta por tres años, según un ensayo controlado aleatorio publicado en la revista ‘The Lancet Rheumatology’, realizado por el Consejo Nacional de Investigación Médica y Sanitaria de Australia y la Universidad Curtin (Australia).

   El ensayo clínico previo, ‘RESTORE’, demostró efectos significativos de la TCF hasta en 12 meses, “pero los efectos a largo plazo no estaban claros”, señalan los investigadores. Así, el objetivo de este nuevo ensayo era comparar la eficacia a largo plazo (3 años) de la TCF, administrada con o sin biorretroalimentación con sensor de movimiento, con la atención habitual para pacientes con lumbalgia crónica incapacitante. Para ello, realizaron un seguimiento de 3 años del ensayo ‘RESTORE’ en el que el tratamiento se administró en 20 clínicas de fisioterapia de atención primaria en Australia.

   En este sentido, reclutaron 492 adultos con dolor lumbar de más de 3 meses de duración, con al menos una limitación moderada de la actividad física relacionada con el dolor y un dolor de espalda promedio de al menos 4 en una escala de 0 a 10. A estos se les administró aleatoriamente el tratamiento de atención habitual, el tratamiento con TCF o con TCF más biorretroalimentación. Además, los participantes de ambos grupos de TCF recibieron hasta siete sesiones de tratamiento durante 12 semanas, así como una sesión de refuerzo a las 26 semanas.

   Tanto la terapia de TCF sola como la terapia de TCF con biorretroalimentación fueron más eficaces que la atención habitual para reducir la limitación de la actividad a los 3 años. En cuanto a la intensidad del dolor a los 3 años, la TCF sola y la TCF más biorretroalimentación también fueron más efectivas que la atención habitual. Sin embargo, las diferencias entre la terapia TCF sola y la terapia de refuerzo con biorretroalimentación fueron pequeñas y no significativas.

   Con todo esto, los investigadores señalan que estos efectos a largo plazo son novedosos y ofrecen la oportunidad de reducir significativamente el efecto del dolor lumbar crónico si la intervención se implementa al completo. Asimismo, sugieren que la implementación de estos tratamientos requiere ampliar la capacitación de los profesionales clínicos para aumentar la accesibilidad y la replicación de estudios en diversos sistemas de salud.

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