MADRID, 20 Abr. (EDIZIONES) –
Actualmente, dos de cada tres españoles a partir de los 50 tienen sobrepeso u obesidad, y de estos, aproximadamente, uno o dos de cada diez (o más incluso porque no están diagnosticados) tiene o tendrá diabetes tipo 2 en algún momento de su vida, con las complicaciones que esto conlleva. Pero, por si fuera poco, cada vez más menores en España padecen diabetes tipo 2, y fruto de la pandemia de obesidad infantil.
“Estamos con un problema de kilos y de glucosa cada vez más disparados, a pesar de que nos centramos en recomendar dietas que restringen los alimentos azucarados con escasos resultados”, afirma en su libro ‘Maldito Azúcar’, de Grijalbo, el doctor Víctor Bravo, que es médico especialista en Endocrinología y Nutrición, y divulgador sobre la diabetes.
En una entrevista con Europa Press Infosalus nos confiesa que lucha contra la demonización del azúcar sobre todo y de las grasas, y como principales causantes de la epidemia de obesidad y de diabetes actual. Llama la atención sobre el hecho de que “el azúcar es la punta del iceberg” del problema, y alerta de que hay otros factores a tener en cuenta.
CUIDADO CON LOS HÁBITOS DEL DÍA A DÍA
“Se debe comer de manera saludable, no seguir una dieta para bajar el azúcar, ni tampoco hacer régimen. Comer saludable nos ayudará a tener a raya el azúcar, pero también a controlar nuestro peso”, insiste a lo largo de la entrevista este experto. Es más, defiende que “la salud, los buenos niveles de glucosa, y una composición corporal adecuada no tocan en la lotería, se ganan a diario”, pero, ¿cómo?, le preguntamos en nuestra charla.
“Los hábitos del día a día nos afectan, como la falta sueño, el mal descanso nocturno; o por ejemplo el sedentarismo, el no movernos nada más que para lo necesario. Por desgracia, somos una sociedad con muy poco movimiento, nos falta ejercicio, y no entrenamos los músculos; pero tampoco nos da el sol; y seguimos una mala alimentación en general, no sólo comemos azúcar, sino que ingerimos muchos ultraprocesados; es decir, que tenemos unos malos hábitos y por eso nos va como nos va”, asevera este endocrinólogo.
Además, el doctor Bravo advierte de que el estrés, tan frecuente en nuestra sociedad actual, representa un factor de riesgo de obesidad y de riesgo cardiovascular: “Cuando hay estrés crónico vas a estar menos motivada para hacer ejercicio, más preocupada en tu día a día y tendente a la depresión, con más ganas de quedarte en casa, y de comer ultraprocesados para paliar esos pensamientos negativos y la ansiedad”.
SALIR A CAMINAR NO SIRVE PARA ESTAR BIEN
Dice que andar, es bueno, “es muy positivo”, aunque alerta de que caminar no tiene la intensidad que tiene el ejercicio, de forma que, si no le aplicas intensidad a los músculos y al sistema cardiovascular, no les das motivo para mantenerse, simplemente se va deteriorando a un paso mayor y permitirá un deterioro físico más rápido y se llegará a viejo con menos musculatura, o menos densidad mineral ósea, por ejemplo.
Sostiene con ello que “caminar es mejor que estar en casa sentado”, y “salir a caminar sirve para no estar mal, pero no para estar bien”. Por eso, y en línea con todo lo anterior, si queremos mantener a raya nuestra glucosa y nuestro peso lo idóneo es hacer ejercicio, fundamentalmente de fuerza, y de tipo cardiovascular.
“Existen dos tipos de ejercicio para trabajar la masa muscular, para aumentarla de tamaño y mejorar su función. Por un lado, los de fuerza, para poder guardar la glucosa, dado que el músculo es el principal almacén de glucosa; y después estaría el ejercicio cardiovascular, aquel que nos permite entrenar el aparato cardiovascular, que es el corazón y los vasos sanguíneos, a través de la práctica de la bicicleta, o del remo, o de la natación, por ejemplo, es decir, de “cualquier ejercicio sostenido en el tiempo y con intensidad”; hace hincapié, por tanto, en que el ejercicio nos tiene que costar, y generar una sensación de cierta fatiga.
NO A LAS DIETAS ESTRICTAS Y SÍ A COMER SALUDABLE
Así, prosigue que en la actualidad “nuestro mayor error es la mentalidad del todo o nada”, Víctor Bravo va contra dietas estrictas, y lamenta que no sepamos comer saludable: “Tenemos una dieta mediterránea, pero apenas consumimos verduras, legumbres, y frutas. Sobre todo, lo que hay es una gran cantidad de hidratos de carbono que no se acompañan ni de carbohidratos saludables, ni de verdura, ni de proteína. De manera que llevamos una alimentación que provoca baja saciedad, y que lleva al picoteo”.
Pero es que defiende este doctor que, si a esto le sumamos una vida sedentaria, y “si haces menos de 4.000 pasos al día, que prácticamente es sedentarismo” no lograremos nuestros objetivos.
“Nuestro peso corporal no sólo depende de lo que comemos, sino también de lo que gastamos; y esto lo obviamos porque si piensas más en gastar que en no comer tienes que hacer esfuerzo por modificar la vida y hacer más ejercicio y movernos más. Comer vamos a comer, pero debemos movernos más”, concluye el doctor Víctor Bravo.
HUIR DE LOS CAMBIOS RADICALES
Por ello, recomienda cambiar poco a poco, no de un día para otro, pero sí hacer todos aquellos cambios que estén en nuestra mano; ir realizando pequeños cambios sobre hábitos que nos restan más que nos suman, y sustituirlos por otros más adaptativos, empezando por la alimentación, quitarnos el estrés de una forma que no sea comiendo.
Aquí avisa el doctor Bravo que un error con el que se encuentra en muchos pacientes es que las personas quieren adelgazar y controlar la glucosa haciendo cambios radicales, no siendo en su opinión la fórmula más indicada. Aconseja centrarnos en un pequeño cambio sobre un hábito y mantenerlo un mes, para posteriormente pasar a otro, de manera que a los seis meses tu vida dice que habrá cambiado y previsiblemente habrás bajado de kilos en la báscula.