MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) –
El aprendizaje y la práctica esforzados son fundamentales para el logro académico en áreas como la lectura, el lenguaje y las matemáticas, y configuran las perspectivas profesionales futuras, el nivel socioeconómico y los resultados de salud. Sin embargo, los resultados del aprendizaje académico a menudo presentan disparidades, y una de las áreas en las que los estudiantes suelen presentar dificultades es el aprendizaje matemático
EL APRENDIZAJE MATEMÁTICO PODRÍA POTENCIARSE CON ESTIMULACIÓN CEREBRAL
En lo que respecta a habilidades cognitivas como la lectura y las matemáticas, las ventajas tempranas tienden a acumularse con el tiempo. Sin embargo, las habilidades matemáticas parecen estancarse desde la infancia hasta la edad adulta, lo que plantea la posibilidad de que las características cerebrales innatas puedan influir en los resultados académicos independientemente de factores externos como el nivel socioeconómico.
Para profundizar nuestra comprensión de los mecanismos que impulsan el aprendizaje matemático, un estudio de la Universidad de Surrey, Reino Unido, publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS Biology’, señala que la fuerza de ciertas conexiones neuronales puede predecir qué tan bien alguien puede aprender matemáticas, y una leve estimulación eléctrica de estas redes puede impulsar el aprendizaje.
LA CONECTIVIDAD CEREBRAL PREDICE EL RENDIMIENTO EN MATEMÁTICAS
Para comprender mejor la neurobiología del aprendizaje matemático, los autores midieron la fuerza de la conexión entre las regiones cerebrales asociadas con el aprendizaje de las matemáticas mientras 72 participantes realizaban una tarea matemática de 5 días.
Mientras resolvían problemas matemáticos que requerían calcular una solución o memorizar de memoria, los participantes recibieron una estimulación eléctrica débil en la corteza prefrontal dorsolateral (dlPFC), que desempeña un papel importante en la función ejecutiva y los cálculos; la corteza parietal posterior (CPP), que se asocia con la evocación de la memoria; o un placebo.
También utilizaron espectroscopia de resonancia magnética para medir dos sustancias químicas cerebrales, el glutamato y el GABA, que indican la capacidad actual del cerebro para el aprendizaje y el cambio.
Los investigadores descubrieron que una conectividad basal más fuerte entre la corteza prefrontal dl, la corteza prefrontal palpebral y el hipocampo (una región involucrada en la memoria a largo plazo y, en este contexto, en la generalización de algoritmos a través de problemas) predijo un mejor rendimiento matemático cuando se les pidió a los participantes que calcularan la solución, pero no cuando la memorizaron.
INTEGRAR NEUROCIENCIA, PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN PUEDE REDUCIR DESIGUALDADES
Las personas con conexiones más débiles entre las regiones de la corteza prefrontal dl y la corteza prefrontal palpebral mejoraron en el aprendizaje del cálculo después de estimular eléctricamente la corteza prefrontal dl.
Los autores sugieren que estos resultados apuntan a la viabilidad del uso de la estimulación cerebral para ayudar al aprendizaje de las matemáticas en personas con desventajas biológicas.
Los autores también identificaron una relación compleja entre la neuroquímica, la plasticidad cerebral y la comunicación entre las regiones asociadas con la función ejecutiva y la memoria. Estudios futuros deberían examinar más a fondo estas relaciones y probar si un enfoque de neuroestimulación como este podría ayudar a las personas fuera del laboratorio.
UN POSIBLE ALIADO PARA CERRAR LA BRECHA EDUCATIVA EN MATEMÁTICAS
El profesor Roi Cohen Kadosh, autor principal del estudio y director de la Facultad de Psicología de la Universidad de Surrey, asegura: “Hasta ahora, la mayoría de los esfuerzos para mejorar la educación se han centrado en cambiar el entorno -formando al profesorado, rediseñando los planes de estudio-, ignorando en gran medida la neurobiología del alumno.
Sin embargo, “un creciente número de investigaciones ha demostrado que los factores biológicos suelen explicar los resultados educativos en matemáticas con mayor fuerza que los ambientales. Al integrar conocimientos de la psicología, la neurociencia y la educación para desarrollar técnicas innovadoras que aborden estas limitaciones neurobiológicas, podemos ayudar a más personas a alcanzar su potencial, ampliar el acceso a diversas trayectorias profesionales y reducir las desigualdades a largo plazo en materia de ingresos, salud y bienestar”.
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